Publicación mensual de 130 páginas. La liturgia del mes, los Evangelios comentados, artículos de reflexión y más…
Mirar hacia lo alto
María a través de su Sí, y de su entrega sin condiciones, nos enseña hoy a dirigir la mirada hacia lo alto: a confiar en el Señor y a encomendarnos a Él. Es un gesto a través del cual reconocemos que no podemos hacer todo solos; que no somos los artífices de nuestro propio destino; que nos necesitamos mutuamente y que, juntos, necesitamos a Dios.
El Señor nunca nos deja solos, nos lo ha prometido; pero somos nosotros los primeros que debemos creerlo, empezando por desprender nuestra mirada de las cosas terrenales para aprender a fijarla en el Cielo, de donde nos viene la ayuda (cfr. Sal 121). Confiarnos al rezo del santo rosario es un signo por el que reconocemos que Dios actúa en nosotros y a nuestro alrededor; por la intercesión de María, podemos cultivar una “visión elevada de la vida”. Creer es dar crédito a Aquel que todo lo puede; recibir su ayuda, reconociendo que no podemos hacerlo todo por nosotros mismos; confiar en Él incluso cuando sus planes no se corresponden con los nuestros, hasta el punto de ofrecernos con confianza: “He aquí la sierva del Señor. Que se haga en mí según tu palabra”.
Editorial