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VENCER LA PREOCUPACIÓN
Todos tenemos preocupaciones y necesidades…aprendamos a ponerlas ante Dios en oración. En Filipenses 4:6, se nos aconseja: “Por nada estéis afanosos, sino hagan conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
La preocupación no debe formar parte de la vida del creyente, ¿cómo podemos vencerla? En 1 Pedro 5:7, se nos instruye a “poner toda nuestra ansiedad en manos del Señor, porque Él tiene cuidado de nosotros”. Dios no quiere que nos agobiemos llevando el peso de los problemas y las pesadas cargas. En esta Escritura, Dios nos está diciendo que le demos a Él todas nuestras preocupaciones y angustias. Ninguna preocupación es demasiado grande o demasiado pequeña para obtener Su atención. Cuando le damos a Dios nuestros problemas, Él se ocupa en darnos Su paz, la cual sobrepasa todo entendimiento. (Filipenses 4:7).
Desde luego, para aquellos que no conocen al Salvador, la preocupación y la ansiedad serán parte de sus vidas. Pero para aquellos que se hayan puesto en Sus manos, Jesús les promete, “Venid a Mí todos los que estéis agobiados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).
Editorial