Publicación mensual de 130 páginas. La liturgia del mes, los Evangelios comentados, artículos de reflexión y más…
LA ORACIÓN COMUNITARIA
Tengamos siempre presente que el rezo es un acercamiento a Dios, un momento de búsqueda de la perfección en la humildad y la pequeñez… Cuando lo hacemos en comunidad, debería ser en tal estado de unión, que nuestro rezo sea un canto, una alabanza al Dios de lo alto. Cada uno de nosotros al orar debe buscar estar en unión con los hermanos para hacer del rezo un mensaje de armonía, de hermandad y humildad que alegre al Cielo todo.
El canto de los hijos de Jesús y María se hace una sinfonía cuando todos nos reconocemos como un simple miembro más de la comunidad, cuando nadie quiere sobresalir y sacrificamos los gustos o hábitos propios para seguir el ritmo, el tono y las palabras de la oración comunitaria, y todos orando de corazón. Los rastros de vanidad, soberbia y egocentrismo que tengamos mientras oramos hacen al esfuerzo estéril. Son solo palabras dichas, pero no llegan al Cielo.
Empecemos entonces por aquí: oremos en la Santa Misa, en comunidad, en nuestra familia o en grupos de oración, y encontremos allí la armonía del rezo humilde y de corazón. Si podemos unirnos en el diálogo sincero con Dios, podremos unirnos también en muchas otras cosas. La verdadera oración nos debe empequeñecer, nos debe anonadar frente a la sublime y omnipotente Presencia de Dios.
Los Editores