Publicación mensual de 130 páginas. La liturgia del mes, los Evangelios comentados, artículos de reflexión y más…
ES TIEMPO DE CUARESMA
En este tiempo de Cuaresma Jesús nos invita a subir con Él a la montaña y allí en Su presencia, contemplar los secretos inefables del misterio y de la gloria de Su divinidad. Pero se necesita hacer silen cio en el alma para entrar en oración y escuchar la Voz de Dios. Y necesitamos
también “subir” y dejar abajo las cosas de la tierra: el egoísmo, la vanidad, la sensualidad, nuestros propios vicios y pasiones; en una palabra, todo aquello que nos estorba para ir hacia Dios. Todo esto es parte imprescindible del camino cuaresmal. Sólo dejando el peso insoportable del pecado podemos subir. Y, una vez arriba, en la montaña, contemplaremos el Rostro bendito de Cristo y escucharemos la Voz del Padre, que nos invita a seguir a su Hijo. ¿Por cuál camino? Por el de la cruz. No hay gloria si no viene precedida antes por la pasión y la muerte. Sólo así, muriendo al hombre viejo y pecador que hay en nosotros, tendremos vida eterna.
Por la cruz llegaremos a la resurrección. La Cuaresma, tiempo “fuerte” de oración, ayuno y atención a los necesitados, ofrece a todo cristiano la posibilidad de prepararse a la Pascua haciendo un serio discernimiento de la propia vida, confrontándose de manera especial con la Palabra de Dios, que ilumina el itinerario cotidiano de los creyentes.
Editorial