Publicación mensual de 130 páginas. La liturgia del mes, los Evangelios comentados, artículos de reflexión y más…
La virtud de la Esperanza
Cada cosa tiene su tiempo en esta tierra y Dios mantiene control de todo. No es propósito de Dios ver el sufrimiento de los seres humanos. El amor y la entrega de nuestro Señor Jesucristo a través de Su pasión, muerte y resurrección, nos sana, nos conforta y nos bendice. En este tiempo de pandemia, toda la humanidad siente dolor y sufre en cuerpo y alma. Es tiempo para mirar la Cruz de Cristo y ser fuertes en nuestra Fe. Especialmente en estos momentos en que un enemigo invisible, poderoso y devastador ha paralizado al mundo entero ha vaciado calles y ciudades, ha cerrado templos y parroquias por todo el mundo. De repente, los católicos encontramos nuestras iglesias con puertas cerradas y falta de acceso a los sacramentos. Eso puede dejarnos desmoralizados. Ahora, más que nunca, hay que seguir firmes en la gran virtud de la Esperanza. San Juan Pablo II nos dijo: “No temas. Abre de par en par las puertas a Cristo”. Debemos abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo y confiar que el Señor nos dará todo lo necesario.
Tengamos esperanza en la presencia sanadora de Jesús. Oremos los unos por los otros. Confiemos siempre en el Señor.
Editorial