Publicación mensual de 130 páginas. La liturgia del mes, los Evangelios comentados, artículos de reflexión y más…
Confiar en la Divina Providencia
El mundo está lleno de emergencias: en la economía y en la política, en la familia y en la educación, en el clima, en la agricultura y más.
Ante las dificultades que nos presenta el mundo de hoy, debemos esforzarnos y ponernos a trabajar. No tiene sentido resignarse y dejar que todo siga igual. Dios nos hizo seres pensantes y nos dio la capacidad para ver de frente los problemas, y una voluntad para decidirnos a poner nuestras manos a la obra.
Pero por más que nos lancemos frenéticamente a arreglar el mundo cercano o el mundo lejano, por más que luchemos para frenar el calentamiento global o la corrupción generalizada, no podemos olvidar una de las enseñanzas fundamentales de la Biblia: “Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los constructores; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas”
Por eso, a la hora de afrontar tantos problemas, urgentes, dramáticos, necesitamos primero rezar para analizarlos correctamente, para tener un corazón prudente y decidido y recordar siempre que los resultados no están en nuestras manos. La providencia es el modo concreto con el que el Amor interviene, a veces de modo sorprendente, en este mundo de hijos necesitados de una esperanza, una misericordia y un consuelo que sólo puede venir desde la acción y el Amor de Dios.
Editorial